EN UN ACTO EN CAROLINA DEL NORTE BIDEN RATIFICÓ SU CANDIDATURA / AP
EN UN ACTO EN CAROLINA DEL NORTE BIDEN RATIFICÓ SU CANDIDATURA / AP
MIENTRAS SUENAN POTENCIALES SUSTITUTOS, ¿ES POSIBLE DAR UN GOLPE DE TIMÓN A ESTA ALTURA?

Biden en problemas: Se habla de reemplazarlo

El debate dejó en jaque al candidato demócrata y las especulaciones inundaron el partido. Firme en su postura, el mandatario dice que no se baja de la carrera presidencial

El presidente estadounidense Joe Biden atraviesa las horas más críticas de su carrera política. Sin poder remontar la mala imagen que dejó su participación en el debate con Donald Trump, propios y ajenos ponen en duda su capacidad para llevar adelante la campaña y una eventual segunda presidencia.

A sus 81 años, Joe Biden intenta reponerse del último debate presidencial que cundió en pánico a todo el partido demócrata. Su discurso vacilante, la demora en sus respuestas, su disfonía e incoherencias pronunciadas durante su presentación le costaron mucho más que algunas chicanas por parte de su contrincante republicano y memes en las redes: su candidatura fue puesta en jaque.

“Amigos, sé que no soy un hombre joven, para decir lo obvio”, aseguró el actual presidente estadounidense durante un acto en Carolina del Norte en un intento de aplacar los rumores de pedidos de renuncia y argumentó: “Ya no hablo tan claro como antes. Ya no debato tan bien como antes. Pero sé lo que sé. ¡Sé decir la verdad! ¡Sé cómo hacer este trabajo! ¡Sé cómo hacer las cosas! ¡Sé cómo millones de estadounidenses saben que cuando te derriban, te levantas!”.

Pero su convicción no logró persuadir a los demócratas y la danza de nombres de probables reemplazantes comenzó a sonar con fuerza en el arco político estadounidense. De todos modos, al momento ningún representante republicano ha manifestado públicamente su deseo de que Biden renuncie.

Como ya es costumbre en los últimos años el nombre de Michelle Obama es el primero en aparecer cuando se busca un candidato. Es que la demócrata goza de una alta popularidad entre los ciudadanos norteamericanos, pero a pesar de esto en más de una oportunidad dejó en claro que no tiene la intención de postularse a la presidencia.

Casi por decantación, la siguiente persona que aparece como una posible candidata es la actual vicepresidenta Kamala Harris. Con la campaña prácticamente en marcha, el cambio de nombre en la fórmula Biden-Harris no parece tan descabellado, pero el problema son los números. Es que las encuestas no la dejan bien parada a la mujer de 59 años, según los últimos sondeos Trump la aventaja por 6,6 puntos, mientras que a Biden solo le gana por 1,5.

Pero lejos de subirse a la ola de rumores, Harris apoyó públicamente a su compañero tras el debate, aunque reconoció que tuvo un “comienzo lento”.

Descartadas Obama y Harris, asoman algunos gobernadores demócratas como Gavin Newsom (California), Gretchen Whitmer (Michigan) y J B Pritzker (Illinois), pero ninguno tiene su victoria asegurada frente a Trump en una posible elección.

A pesar de los rumores, ninguno de los mandatarios estatales se pronunció en contra de Biden. “Nunca le daré la espalda al presidente Biden”, manifestó al respecto el gobernador californiano, Gavin Newsom y aseveró: “No conozco a ningún demócrata de mi partido que haría eso”.

 

¿SE PUEDE CAMBIAR EL CANDIDATO?

Pero antes de encontrar la persona adecuada para reemplazar a Joe Biden en las elecciones de noviembre la pregunta es qué tan viable es pegar un volantazo a esta altura de la campaña.

Si bien no es imposible ni está contra las reglas electorales, para los analistas norteamericanos sería un desafío más que complicado cambiar al candidato ya que solo puede hacerse si el propio Biden renuncia, lo que ya manifestó no está dispuesto a hacer.

Formalmente la candidatura de Joe Biden no fue oficializada ya que el trámite formal terminaría de sellarse en la Convención Nacional Demócrata de agosto, a la que el presidente llega con el apoyo de la mayoría de los delegados.

Todos los estados ya celebraron sus primarias presidenciales en las que Biden cosechó 3894 delegados de los 3937. Según las reglas del partido demócrata “los delegados elegidos para la convención nacional comprometidos con un candidato presidencial deberán reflejar con toda buena conciencia los sentimientos de quienes los eligieron”. Es decir, están obligados a apoyar a Biden, solo podrán cambiar su voto si el actual presidente abandona la campaña.

Hecha la ley hecha la trampa, reza el refrán y los demócratas que se oponen a la candidatura de Biden, pueden encontrar una laguna legal en el estatuto del partido que dice que los delegados “con toda buena conciencia reflejarán los sentimientos de quienes los eligieron”. Esta afirmación puede dejarles lugar a cambiar su voto en caso de considerar que el candidato está incapacitado, pero para eso deben atreverse a calificar al presidente de Estados Unidos como tal.

Los analistas aseguran que esta última opción es prácticamente inviable ya que sería una especie de llamado a la rebelión por parte de los delegados y sumiría al partido en una interna feroz que le dejaría allanado el camino a la victoria a Donald Trump.

Entonces, la única posibilidad de cambiar el candidato está en manos del propio Joe Biden quien deberá decidir su renuncia.

Pero esto abre un nuevo frente de disputa, es que si el actual mandatario decide abandonar abruptamente la carrera presidencial, grupos conservadores adelantaron que presentarán demandas en todo el país cuestionando potencialmente la legalidad del nuevo candidato. De todos modos Elaine Kamarck, especialista en el proceso de nominación presidencial, aseguró que no sería viable ya que “el asunto de nominar a alguien para representar a un partido político es asunto del partido político”.

COMENTARIOS